Michael Barriga es egresado de administración de empresas en Arequipa. En esta ciudad, él tomó un curso de bartender que lo llevó a dedicarse a la coctelería por un buen tiempo; para luego, enseñar en otras escuelas de la provincia.
Después de dos años de llegar a Lima , donde trabajó también detrás de las barras, inauguró su propia escuela llamada Shaker Bartender School, pensada para enseñar a profesionales y aficionados el arte del bartender.
Hace 5 años, sus propios alumnos, interesados por el cafecito peruano, comenzaron a pedirle clases de barismo, por lo que decidió abrir, primero, un curso dentro de su currícula.
Para eso, Michael viajó a Colombia a prepararse como barista donde también visitó fincas y cafeterías que le permitieron saber exactamente qué educación quería brindar en su escuela.
A su regreso, poco a poco, Michael quedó prendado del cafecito peruano y comenzó a invertir en mejorar sus clases. “Supe entonces que el futuro de nuestra empresa y lo que comenzaba a gustarme era el café, por eso empezamos a cambiar” , dijo cuando me contaba sobre la implementación de un área de catación y tostado dentro de sus clases de barismo.
“Todo es arte y ciencia”, afirma Michael, “el tostado es lo que más me gusta porque es un momento decisivo: o malogras o mejoras el cafecito”. Michael poco a poco comenzó a tomar cursos de tostado y procesos que fueron ampliando su amor por el cafecito nacional.
En el 2016, Michael, junto a su esposa Wendy, abrieron la Escuela peruana del Café. donde tenían un curso de barismo, un curso de latte art y cursos personalizados.
Al inicio de este año, en un nuevo local ubicado en la avenida Arenales, estaban por inaugurar sus cursos de tostado y catación, los cuales quedaron suspendidos por el inicio de la cuarentena.
Lo mismo pasó con la cafeterÍa, ubicada en el primer piso de la escuela y cuyo nombre viene de la mezcla de “clamor” y “amore” por el cafecito peruano. Teniendo el local listo y antes de los tres primeros meses, los efectos de la pandemia redujeron sus ingresos a cero: sin escuela y sin cafetería. “Los primeros quince días de marzo fueron los mejores del año, la gente nos comenzaba a conocer y ya teníamos clientes asiduos”, finalizó.
En medio de esta situación, Michael sacó su propia marca de cafe llamada también Clamore, con dos orígenes como Cajamarca y Cusco.
Felizmente, Michael pudo aperturar con recojo en tienda y luego pudo abrir sus puertas, reduciendo sus mesas e implementando las medidas sanitarias adecuadas. Actualmente, Clamore cuenta con una oferta de postres y sanguches que acompañan las bebidas en máquina y los métodos que sirven a los, cada vez más asiduos, cafeteros.
Michael y Wendy esperan que las personas del barrio conozcan cada vez más su oferta cafetera y puedan, poco a poco y con esfuerzo, aprender del cafecito peruano.
Por otro lado, Michael aún está esperando el tiempo adecuado para comenzar sus clases de tostado y catación que tanto le apasionan.
¡Arriba el clamore por el cafecito peruano!
- ¿Dónde están?: Av Arenales 471 Urb. Santa Beatriz
- Horario: Lun - Sáb: 8am a 8pm
- Ambiente: amplio, varios ambientes.
- Atención: Buena onda
- Precio promedio: 7 soles
- ️Orígenes: Cajamarca y Cusco (Quellouno)
- En Barra: Caturra amarilla - Cajamarca
Hola buenas tardes quisiera saber si hay cursos de barismo gracias
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