Al final de un pequeño pasaje miraflorino, está esta cafetería llena de plantas y murales, con una pequeña terraza que rompe con el paisaje urbano. Lo primero que te recibe son las plantas de cafecito, poco comunes en Lima, y unos árboles que dan una sombra agradable a las mesas.
Detrás de la gran barra te dan la bienvenida Angelo, Anderson y César, quienes, junto a Daniel, nos contarán la historia detrás de Terruá Café.
César, socio de Terruá, junto a Anderson y Angelo, baristas.
La historia de esta cafetería debe remontarse a la finca, donde todo empezó. Y el líder en este viaje es Daniel Lipp, un biólogo/guía turístico/loco amante del cafecito peruano, quien toda su vida ha vivido rodeado de cafetos en la finca de su familia ubicada en San luis de Shuaro, Villa Rica. "Yo soy la cuarta generación de caficultores", menciona Daniel, "en mi casa no se hablaba de otra cosa que no sea café. Primero mi tatarabuelo, luego mi abuela y mis dos padres han vivido de esto".
Daniel, que primero practicó su carrera en la selva de Tambopata con asociaciones ambientalistas, pasó en el 2010 a ser guía turística para G Adventures. Hasta que, en el 2015, su padre, quien hasta ese entonces había llevado el liderazgo de su fundo, fallece. Este trágico evento, animó a Daniel a seguir el trabajo educativo, experimental y de enriquecimiento que había realizado su padre en el Fundo Santa Josefa, y comienza a dedicarse al ciento por ciento al cafecito peruano.
Traudel Gehrmann, madre de Daniel en el fundo.
Daniel siguió enriqueciendo los experimentos en procesamiento de cafecito de su padre, llegando a tener 18 variedades, incluyendo su varietal bandera el pacamara, junto al catimor, limaní, catuai, tupi, bourbon, catiguá, entre otros. Asimismo, experimentó con diferentes altitudes y procesos (lavados, honeys y naturales), llegando a tener una sola variedad en diferentes procesos fermentativos y condiciones de cultivo. Daniel continuó exportando y vendiendo su cafecito en supermercados. "¿Pero cómo nació la idea de la cafetería?", le pregunté, a lo cual Daniel me contestó que era lo que les faltaba para cerrar su circulo de negocio en relación a los cafecitos de especialidad.
Así, en el 2019, Daniel comenzó con su proyecto Terruá Café, haciendo homenaje a esa tierra con condiciones especiales que hacen que su pacamara sea una variedad que llega a los 88 puntos en taza y el cual es el representativo en barra. Terruá es la castellanización de la pronunciación de "terroir" que en francés significa terruño con características extraordinarias.
"Para mi, Terruá es una puerta a la libertad de expresión sobre lo que uno puede hacer con el café" me cuenta Daniel, "Sin depender de nadie, podemos mostrar lo que podemos hacer con nuestros cafés especiales en finca"
Espresso gracias a Angelo Pauli. Bourbon honey.
Aunque la cafetería tuvo que cerrar desde el primer confinamiento, Daniel contó con la ayuda de César Vásquez, administrador hotelero, y Hernán Suclla, marketero, sus actuales socios, para retornar luego de casi un año. Estos tres amigos le han querido dar el empuje que necesita esta propuesta diferente que busca ser una vitrina de experimentos con cafecitos especiales. "Lo que queremos con Terruá ahora", nos relata Daniel, "es ser una vitrina no solo para los clientes, sino romper los esquemas para los mismos caficultores, que pueden ver con transparencia todo lo que realmente se puede lograr con el procesamiento de café", afirma.
5 variantes de su marca de cafecito, cada una diferente.
Esta cafetería, la cual ganó el segundo puesto de "Experience Lima", concurso de cafeterías de especialidad en el 2019, tiene la ventaja de tener contacto directo con la finca, con lo cual pueden llevar todo el control desde cómo se cultivó hasta cómo se sirvió el cafecito de las manos de Anderson Silva o Angelo Pauli, baristas de Terruá, quienes podrán sorprenderte con cafecitos para elegir entre diferentes variedades, tostados, procesos y métodos.
Anderson Silva preparando un V60 con un bourbon
Dentro de su carta, podrás encontrar variedad de métodos como aeropress, prensa francesa, v60 y chemex, así como variedad de preparaciones a base de espressos como el capuccino, latte o mocaccino. Como complementos, podrás encontrar sandwiches, empanadas, pies de manzana hasta galletas con chispas de chocolate. Lo justo y necesario para acompañar un rico cafecito peruano.
Capuccino junto a una galleta chocochips.
Así que ya sabes, date una vuelta por Terruá Café y experimenta nuevos sabores y preparaciones de cafecito. Aprovecha su terraza y espacio alejado de las avenidas para disfrutar un buen momento cafetero. ¿Te animas?
Ya pasaré a probar su café y atención, gracias
Dejar un comentario