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Postres y cafecito peruano: La historia de dos hermanos

No hay pandemia que los detenga. Dos hermanos se juntaron en un proyecto para dar lo mejor de sí: el barismo y la repostería. Conoce la historia de Bryan y Cathy Chanduvi.

Cathy Chanduvi es una mujer de una familia con sangre gastronómica y repostera. Ella creció viendo a su madre y abuela trabajando en caterings y servicios de comida, hasta que ganó una beca para estudiar secretariado y se formó como técnica informática, dando un rumbo diferente a su vida. A los 18 años,  Cathy comenzó a trabajar para una empresa transnacional de tecnología.

Sin embargo, no hay duda de que la sangre llama. Ella empezó, en sus tiempos libres, a preparar postres que, primero, vendía entre sus compañeros de trabajo y luego, a otras empresas con las que trabajaba. Pronto pasó de vender postres a realizar servicios de catering, ferias de sus productos y atender a cafeterías.

Así la vida la lleva a conocer a Walter Flores, dueño de la ex cafetería barranquina Finca La Campiña, a quien le proveía diferentes postres que combinaban con la propuesta de cafecito del lugar. Cathy conoció, entonces, el ambiente del cafecito peruano y quedó prendada con el sueño de tener su propia cafetería. “Me encantó ver a la gente disfrutar un  buen café, era un medio de comunicación, o solo o de dos. Era bonito”, comenta.

Tras 11 años trabajando en la empresa trasnacional y con un emergente negocio de repostería, Cathy dio un paso al costado y emprendió con un sueño de un espacio que junte cafecito peruano y sus ricos postres.

Siguió en contacto con Walter Flores, quien se volvió el padre de este proyecto nuevo. “Esto no hubiera sido posible sin él. Él nos ayudó a darle mucha forma. Incluso el nombre lo escogimos con él”, cuenta Cathy. Y es que ella, siendo amante de las flores, escogió una cuyo nombre le encantó: Malva.

El proyecto vino perfecto para ella, ya que su hermano Bryan llevaba, como miembro digno de la familia con arte repostero, bastantes años en el mundo del barismo. Así, Bryan se convirtió en el apoyo que necesitaba para darle el toque diferente de cafecito a esta propuesta.

El 29 de febrero del 2020, Malva Pastry & Coffee abrió sus puertas en el distrito de Magdalena con mucha acogida. Hasta que 15 días después, inició la cuarentena en Lima obligándola a cerrar. “Fue un golpe duro. Fue un momento muy triste y me pregunté “ahora ¿qué va a pasar?”, comentaba Cathy. Sin embargo, al tener permiso de atención, Malva Pastry & Coffee pudo seguir funcionando más como panadería. Allí ocurrió la primera transformación del espacio y la decoración del lugar.  Con el pasar de los meses y las nuevas licencias dadas por el gobierno, esta cafetería pasó una tercera transformación de espacio con la que las personas pueden disfrutar de sus postres y cafecitos más fácilmente.

Pero ambos hermanos no se detienen, Bryan piensa ampliar sus orígenes de cafecito a Villa Rica y Cusco para métodos artesanales, mientras que Cathy busca aperturar, antes de fin de año, un segundo local en algún distrito estratégico.

Esta es otra muestra de que, cuando alguien tiene la motivación, es capaz de lograrlo. Felizmente ha nacido en Lima un nuevo point donde los peruanos podemos disfrutar el cafecito a nuestra manera.

DATAZOS:

  • Sus postres se caracterizan por la decoración floral
  • Sus ALFAJORES de maicena son buenazos. Debes probarlos.
  • Prueba su torta de chocolate con ganache casero con cacao de 70%

¡CONÓCELOS!

  • Lugar: Av Brasil 4064, Magdalena
  • Horario: Lun - Sáb: 8am a 7:30pm
  • Atención: Muy buena onda
  • Precio promedio: 6 soles
  • Orígenes: Junin, Sanchirio
  • En Barra: Junin, Sanchirio
  • Modalidad: Delivery y recojo en tienda.

 

 

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